Zuidema (1976), notando ladiferencia entre la fiesta citada del Qhapaq Raymi y la celebradadurante el solsticio de invierno, el Inti Raymi, a partir de lasinformaciones de Molina, «elCuzqueño», señala que ambas festividadeshabrían tenido como imágenes no a un mismo solindiferenciado, sino a dos aspectos solares identificables condistintas instancias de la vida social. Así, si segúnMolina el Qhapaq Raymi estaba dedicado al Apu Inti o solmayor, el Inti Raymi lo estaba a Churi Inti o sol menor.El primero resultaba identificable con la divinidad Wiraqucha enuna de sus manifestaciones más resplandecientes, mientrasque el segundo correspondía a P’unchaw, y suregreso hacia el sur era celebrado como un nuevo nacimiento quepermitía esperar su crecimiento y transformación enApu Inti durante el próximo solsticio de verano. Deeste modo, el sol no era un solo «Sol», sino que sedesdoblaba según la necesidad de enfatizar el inicio o elfin de determinadas actividades agrícolas23. Una de lascomprobaciones más frecuentes de la críticagarcilacista consiste en la descripción de las edadesespirituales del mundo andino esbozada en el Libro I de la PrimeraParte de la obra como una mera adaptación de los esquemasagustinianos y como una actualización del tópico depraeparatioevangelica. Ambos modelos conceptuales y formas deautorización discursiva, presentes en losComentarios, ciertamente, aparecen así empleadospara resumir los grandes ciclos culturales por los que laspoblaciones indígenas habrían pasado.
veni, vidi, vici, escritura adecuada
- Pese a sucarácter letrado y, por lo tanto, elitista, el discursomestizo de la obra resuelve mediante la escritura el nopequeño dilema de optar por preferencias culturales virtualy factualmente opuestas, creando sentidos dispersos y hastacontradictorios que no por falta de documentaciónhistoriográfica acerca de su recepción andina dejande existir.
- Por lo tanto, lo adecuado es lo/los dio de alta si se trata de un referente masculino y la/las dio de alta si es femenino.
- Se trata de Juan de Betanzos, conocedor del quechua e intérprete de Francisco Pizarro.
- Deeste modo, el sol no era un solo «Sol», sino que sedesdoblaba según la necesidad de enfatizar el inicio o elfin de determinadas actividades agrícolas23.
Dentro de losmuchos géneros de escritura que se ofrecen expuestos en laobra (narración histórica, descripciónetnográfica, relato autobiográfico, comentario,traducción, análisis filológico, etc., etc.) se percibe una multiplicidad en lasposiciones del sujeto enunciante que permite plantearse la preguntasobre aquellos géneros (y aquellas posiciones del sujeto)que no son registrables desde el canon prestigioso del Renacimientotardío. A esta estrategia implícita, ajena a laslecturas que sólo consideran una prestamos express online tradición sin dudapresente en la obra (la de la formación que el Garcilasoautor adquirió y maduró durante su larga permanenciaen Andalucía desde 1560 hasta su muerte en 1616), es a loque vamos a referirnos con el nombre de «subtexto».
crédito
Betanzos a la de Hatun Ayllu, linaje de Pachacútec y Atahualpa; y, http://luckyboysrocknroll.com/prestamo-personal-prestamos-personales/ Garcilaso, a la dinastía de Cápac Ayllu, de Túpac Yupanqui y Huáscar. Ello nos hace notar una visión muy particular de cada ayllu sobre el origen del imperio.
Éste quedaríacualitativamente disminuido frente al tiempo de los incas por elsimple hecho de precederlo25. Pero volviendo alo señalado por Aliaga, Ch’aska o ChukiIlla, según se le quiera llamar, aparece presidiendo unperiodo de tránsito, florecimiento y fecundidad, que entérminos del día correspondería a la madrugaday en términos del año a la primavera. Suposición en el Chinchaysuyu del dibujo de Pachacuti revelaal mismo tiempo su pertenencia al conjunto de divinidades delhanaq pacha o «mundo dearriba», aunque su cercanía con el kaypacha o mundo terrenal permite pensar en un vínculomayor con la naturaleza a la que preside en su funciónfecundadora. Pero se trate de un personaje perteneciente ala corte del Sol o al séquito de la Luna, su conexiónlógica y complementariedad cosmogónica y fertilizantecon la figura inmediatamente posterior del Sol tuvo sin duda unasignificación cultural muy clara dentro del mundo andino yespecíficamente incaico, en que la actividadeconómica y social por excelencia era la agraria. Lasresonancias culturales de estos símbolos no debíanhaber pasado necesariamente inadvertidas para un autor comoGarcilaso, que se transmutaba en un sujeto de escriturapretendidamente diferenciado de los «escriptores»españoles en los que también se amparaba. Tenemos, entonces,que las tres edades son comparadas con fenómenos naturalesque poseen una antigua significación dentro del imaginarioeuropeo de la época.
¿Qué significa la expresión no daba crédito a sus ojos?
En términosastronómicos, y refrescando la memoria, el lucero no es otroque el planeta Venus, cuyas apariciones en el horizonte durante loscrepúsculos de la tarde y la mañana le otorgan uncarácter dual, cada uno de cuyos aspectos resultanprecedentes de la noche o el día, respectivamente. Entérminos simbólicos dentro del imaginario incaico, ellucero constituía una de las múltiplesmanifestaciones del dios animador u ordenador andino o uno de susadjuntos, y su movimiento inconstante y notorio le daba un rango deautonomía mayor que el de cualquiera de las estrellas(quyllur) de la bóveda celeste. Sin embargo, sufigura resulta problemática, pues las fuentes primarias quelo mencionan más clara y extensamente (Joan de SantacruzPachacuti, Waman Puma y el Jesuita Anónimo o Blas Valera,por ejemplo) le asignan distintas funciones y géneros, quedescribiré brevemente para señalar las posibilidadesde interpretación que el pasaje de los Comentariosnos ofrece. Al aludir alproblema de los mestizos no queremos ampararnos en las merasdeclaraciones que aparecen en la obra en tal sentido, ni en lasmúltiples circunstancias que sufrió ese grupo socialdurante las primeras décadas de la administracióncolonial en los Andes. prestamo expres Lo que nos interesa es plantear desde unaperspectiva interna al texto cómo el discurso de un sujetopendular u «oscilante»(Wey-Gómez 1991) logra formas de autoridad por su manejosubtextual («inconsciente» sería una palabratentadora, aunque inadecuada) de referencias y tonalidadesfamiliares con una tradición narrativa y simbólicaajena a la europea.
- El Sol ha sidoconsiderado como la divinidad principal del estado incaico,aceptándose sin mayor examen su preeminencia sobre cualquierotra divinidad y su carácter simbólico fundamentalcomo figura paternal de los incas en su función gobernante.Uno de los títulos frecuentes del inca era, precisamente, elde intip churin o «hijo delsol», con lo cual se afirmaba su ascendencia divina.
- De ahí quemuchas de las modernizaciones deban volver a ser discutidas.Más aún si consideramos en sus posibles consecuenciasel hecho de que Garcilaso, que empezó a escribir la PrimeraParte de los Comentarios, según se calcula, en ladécada de 1590, y siguió hasta los primerosaños del siglo XVII (una de las últimas fechasnombradas es «principio deste añode seiscientos y quatro», I, VIII, XL), al parecerdictó una parte de la obra a su hijo natural Diegode Vargas7.
- Ahora bien, essabido que el sol recibía distintos nombres y hasta erarepresentado como distintas personalidades durante los variosrituales a él dedicados.
- Ahora bien, si deautoridad se trata, fuera de confirmar la enorme y prolongada quelos Comentarios lograron desde su publicación en elmundo europeo, conviene recordar la autoridad que desde este ladodel Atlántico la obra ofrecía por su hábilempleo de modalidades narrativas de significación culturalpropiamente andina, y por las posiciones que gracias a un sutilmanejo del palimpsesto oral permitían identificar al sujetode escritura como un emisor propio y autorizado de cierto tipo desujeto colonial dominado (siguiendo la denominación deAdorno en 1988).
Por eso, cualquier cotejo que se haga entre lasediciones de 1609 y 1617 y las ediciones modernas, arrojaráun saldo de comas y pausas mucho mayor en favor de los originales.Y esto es aplicable a muchos otros pasajes en que lanarración histórica resulta el referente de la voznarrativa central de la obra. De modo que no es posible reducireste tipo de pausado sólo a las intervenciones de CusiHuallpa, según mostramos páginas atrás, sinoque resulta hasta aconsejable aplicar el mismo ritmo de lectura alas otras intervenciones del narrador principal a lo largo de losComentarios.
la dio de alta, pero le dio el alta
Su significado literal y etimológico es«lo que proviene de la noche»o «desde la noche». Los incas,al ser identificados con el tiempo de la madrugada, nopodían ser sino la consecuencia natural y necesaria de unsupuesto estado de barbarie anterior.
- Si Wayna Qhapaq(el duodécimo inca según los Comentarios)estableció el culto al sol como religión oficial delestado, de acuerdo con el planteamiento de Zuidema, lafusión entre la sabiduría de este inca y la graciadivina que aportó la llegada de los primerosespañoles quedaría de alguna maneraimplícita.
- Dentro de losmuchos géneros de escritura que se ofrecen expuestos en laobra (narración histórica, descripciónetnográfica, relato autobiográfico, comentario,traducción, análisis filológico, etc., etc.) se percibe una multiplicidad en lasposiciones del sujeto enunciante que permite plantearse la preguntasobre aquellos géneros (y aquellas posiciones del sujeto)que no son registrables desde el canon prestigioso del Renacimientotardío.
- En términosastronómicos, y refrescando la memoria, el lucero no es otroque el planeta Venus, cuyas apariciones en el horizonte durante loscrepúsculos de la tarde y la mañana le otorgan uncarácter dual, cada uno de cuyos aspectos resultanprecedentes de la noche o el día, respectivamente.
- SegúnKantorowicz (101), el «Sol deJusticia» fue durante la Edad Media «el título profético deCristo» (trad.mía).
en relación con, mejor que en relación a
Peroen los Comentarios, por otro lado, se coincide con laafirmación de Valera acerca de la importancia del sol comorepresentación material de una fuerza superior e invisible(Illa Tecce en Valera, Pachacamac, en Garcilaso)que le infunde su propia fuerza y calor y le asigna sufunción encargada de la vida sobre la tierra, muyátono con el tópico del «dios ignoto» de DiógenesLaercio. Sin embargo, este carácter subordinado del Sol noimpide que aparezca en los Comentarios y otrascrónicas (v. Durand 1990) como lacausa inmediata de la labor civilizadora de Manco Capac y MamaOcllo o como elemento cuyo origen se ubica también en ellago Titicaca. Aunque en los Comentarios se afirmacuidadosamente que se trata de una entre otras «fábulas» (sin duda porproblemas de censura y de una necesaria distancia para evitaracusaciones suspicaces), el origen solar de los incas y su imperioes uno de los ejes semánticos «pero no el único» sobre losque gira la argumentación de la obra acerca de lalegítima autoridad de los incas sobre el resto de lapoblación andina. Para elloexpliquemos algo sobre el proceso de escritura de la obra y luegoacudamos a ella -en el relato sobre la fundación del Cuzco(I, I, XV-XVII)- a los elementos del subtexto que más nosinteresen. Hemos escogido este pasaje por su importancia comoplantilla narrativa a lo largo de la Primera Parte y por loselementos que ofrece para un entendimiento de la unidad de las dosPartes como una sola historia de los incas (asimilando la presenciaespañola) que pretende resolverse en una alternativapolítica cargadamente etnocentrista, aristocratizante ydivergente del posterior proyecto republicano criollo del XIX, enbuena medida fruto de la Ilustración. Con ello prevendremoscualquier afán «peruanista» que se quieraatribuir a esta lectura, que no pretende sino situar la obra dentrode su específico universo cultural y dentro de las enormesposibilidades de entendimiento que aún ofrece.
Esperamos,así, que sirvan las consideraciones anteriores «yotras que en el tintero quedan» para una lectura másabarcadora de una obra que sigue requiriendo de una edicióncon correcciones y comentarios más integrales que losgeneralmente ofrecidos. Siguiendo con laidea, veamos entonces la importancia del Sol y la complejidadinterna que esta figura aporta en sí misma. Será paraello necesario volver sobre otras fuentes y establecer algunasbases que puedan derivar en conclusiones complementarias a lasanteriores. Y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundió. Así, entraron en una venta o dormitorio pequeño, que está siete u ocho leguas al mediodía de esta ciudad, que hoy llaman Pacárec Tampu… Es uno de los pueblos que este príncipe mandó poblar después y sus moradores se jactan hoy grandemente del nombre, porque lo impuso nuestro Inca. La mayoría de los relatos de este mito ancestral no prevén diferencias sustanciales salvo los nombres de los protagonistas que en ocasiones han sido escritos con ligeras diferencias.
Manco Cápac y Mama Ocllo
Se tiene evidencia, según distintas fuentes revisadas, que este tipo de operaciones se dieron en Mesopotamia. Sin negar,entonces, las evidentes vinculaciones de la obra con latradición europea de la que bebió y se empapóel autor, una interpretación de este tipo puede llenar losvacíos y complementar las propuestas que, al aplicarúnicamente las influencias textuales de la época, nopermiten dar cuenta de la totalidad discursiva mediante la que seconfiguran los Comentarios. En talrelación de continuidad y circularidad, los españolescumplen básicamente un papel posterior y destructivo, que,sin embargo, dentro de la descripción de las edades en losComentarios, es encubierta por la exaltación que sehace del Evangelio como etapa superior a las anteriores. Las biografías de Betanzos y de Garcilaso, estaban ligados a las más importantes panacas imperiales.
Sobre todo porque tal recitado,tal como se le evoca en Córdoba (lugar de composiciónde la obra) después de más de cuarenta años,contiene una serie de rasgos de estilo que permiten sospechar laexistencia de una elocuencia significativa también desde elpunto de vista de una recepción potencial andina,complementando así el «eco de Tucídides»señalado anteriormente por Zamora (45) y Garcés( ), entre otros, como rasgo notorio de la cita oralgarcilasiana. Para fines denuestra propuesta es importante recordar una de las ideas anotadaspor José Durand (1955) que han sido sintomáticamenteolvidadas por la crítica posterior. El conocido estudioso serefiere al proceso de composición de losComentarios como uno que se fue modificando con el tiempoy cuyo producto final (estilos diferentes, interés desigualen el ritmo narrativo) podría explicarse por el hecho de queGarcilaso añadió en la Primera Parte de la obra loscapítulos correspondientes a las guerras y laexpansión de los incas después de haber concebido yempezado a escribir aquellas partes correspondientes a laorganización de la sociedad incaica durante la paz. En otraspalabras, el relato diacrónico y la descripciónsincrónica difieren no sólo en contenido, sinotambién en estilo y en tiempo de composición.Así, las partes «guerreras» a las que se refiereDurand habrían sido añadidas sólo en losúltimos años de elaboración de losComentarios, y no parecen, como decíamos, haberestado incluidas en el plan original de la obra4.
Yen la medida en que este subtexto (que no es en el fondo sino elproducto de una lectura potencial tan válida como otras)despierte sentidos congruentes con una modalidad denarración y un saber andinos es que vamos a desarrollaralgunos aspectos que han pasado generalmente desapercibidos. Así, si lallegada del Evangelio es la presencia del «sol de justicia» en tierras andinas,la sucesión de dioses ensayada por Zuidema encajaríarelativamente con la sucesión de imágenes de lanaturaleza establecida en los Comentarios comorepresentación de los periodos espirituales.
XVII Congreso de la ASALE, claves de redacción
Veremos asíque, más allá de la consideración de la obracomo pieza literaria o como documento histórico (criteriosque no tienen por qué excluirse, y menos para unaépoca en que la retórica era, como decía frayJerónimo Román, «el alma dela historia»), lo que resultará delanálisis de algunos pasajes de la obra en su primeraedición según anotaciones que servirían parauna edición crítica es la descripción de unsujeto de escritura multiposicional y de una complejidad discursivaque en otro lugar hemos llamado «coral» (Mazzotti 1994). Por el contrario, brindaremos algunos elementos dejuicio para evaluar en qué consiste, según nuestrocriterio, el carácter mestizo de la obra, sin apelar a latemible falacia biográfica ni a fórmulasvoluntaristas acerca de una supuesta armonía que,según veremos, resulta poco menos minicréditos sin rechazos queproblemática. Las líneasque siguen sólo apuntan a suscitar una reflexiónsobre una de las muchas (aunque, seguramente, de las másescondidas) lecturas que ofrece la obra mayor del Inca Garcilaso.Como se sabe, los aportes de los últimos años, tantoen el plano del análisis literario como de lainformación biográfica, han llevado a afirmar unaimagen cada vez más completa del autor y del sujeto(multiforme y, por eso mismo, polémico) que aparece comoenunciante dentro de una historia que fue considerada durante casitres siglos la historia de los incas y de la conquista delPerú por excelencia. No vale la pena entrar en detallessobre el derrocamiento que han sufrido los ComentariosReales desde fines del siglo XIX con respecto a su autoridadhistórica y a su positivistamente reclamada«objetividad». Sin mencionar, naturalmente, los estudiosarqueológicos, antropológicos ylingüísticos que durante el presente siglo han brindadoevidencia irrefutable sobre ciertos aspectos de la expansiónincaica y sobre rituales y categorías de pensamiento muchomás complejas y variadas de las que los Comentariosparecen ofrecer a simple vista. Pero recordemosque la reconstrucción etnopoética de las fuentesindígenas supuestas de los Comentarios escapa a laintención central de este trabajo. Ya hemos dicho que lo queaquí interesa es la capacidad de la obra de transformardiversas tradiciones a fin de ofrecer un discurso autorizado desdedistintas lecturas potenciales que consideren la familiaridad contales tradiciones.
XVII Congreso de la ASALE, claves de redacción
- Sobre todo porque tal recitado,tal como se le evoca en Córdoba (lugar de composiciónde la obra) después de más de cuarenta años,contiene una serie de rasgos de estilo que permiten sospechar laexistencia de una elocuencia significativa también desde elpunto de vista de una recepción potencial andina,complementando así el «eco de Tucídides»señalado anteriormente por Zamora (45) y Garcés( ), entre otros, como rasgo notorio de la cita oralgarcilasiana.
- Hasta podría buscarse unandamiaje argumentativo que apoyara la interpretación, talcomo ocurre con el pasaje sobre la habitabilidad de las cuatrozonas de la tierra, en que subyace la posibilidad de una vidaequivalente a la europea dentro de la zona tórrida(Comentarios I, I, I) o en las constantes recriminacionesa los españoles acerca de su poco entendimiento y cuidado enconservar los logros conseguidos por los incas, por medio dedistintas actualizaciones de los tópicos del beatus ille…
- Hicieron su casa, en donde “está ubicado el convento de Santo Domingo”, para “los dos y las cuatro mujeres”.
SegúnKantorowicz (101), el «Sol deJusticia» fue durante la Edad Media «el título profético deCristo» (trad.mía). La imagen se proyectó en el espacio andinohasta el siglo XIX, en que se usó como símbolosincrético de algunas figuras egregias de las nacientesrepúblicas, como el mismo Simón Bolívar,según estudia Platt en 1993. De todos modos, no estotalmente descartable que una identificación del «Sol de Justicia» con los valorescristianos y sus representantes europeos provenga en los casos deCalancha y Ballesteros también de la lectura de la obra deGarcilaso, dado el éxito de los Comentarios comohistoria canónica sobre los incas y la conquista hasta yaentrado el siglo XIX17. Como puede verse,una lectura de este tipo nos llevaría a límites nosólo muy irónicos, sino también válidosdentro de sus propios postulados. Hasta podría buscarse unandamiaje argumentativo que apoyara la interpretación, talcomo ocurre con el pasaje sobre la habitabilidad de las cuatrozonas de la tierra, en que subyace la posibilidad de una vidaequivalente a la europea dentro de la zona tórrida(Comentarios I, I, I) o en las constantes recriminacionesa los españoles acerca los mejores creditos personales de su poco entendimiento y cuidado enconservar los logros conseguidos por los incas, por medio dedistintas actualizaciones de los tópicos del beatus ille… Naturalmente, muylejos estamos de afirmar que de esta manera debió haber sidola fuente evocada, salvando las distancias idiomáticas, porcierto.
Taldiscurso, a su vez, propone un claro intento de re-facciónhistórica y de proyección (aunque en lapráctica frustrada) de una jerarquización cultural yun lugar social dentro de los cuales el sujeto mestizo sesitúa en posición legal y dirigente. Pese a sucarácter letrado y, por lo tanto, elitista, el discursomestizo de la obra resuelve mediante la escritura el nopequeño dilema de optar por preferencias culturales virtualy factualmente opuestas, creando sentidos dispersos y hastacontradictorios que no por falta de documentaciónhistoriográfica acerca de su recepción andina dejande existir. Las «escurissimas tinieblas» de losComentarios, por otro lado, encajan muy bien con laausencia de la «luz natural»que los incas habrían aportado sobre los «salvajes». Dado el carácterindiferenciado de los elementos existentes bajo una completaoscuridad material, es evidente que la oscuridad moral a la que eltexto alude coincide con las versiones sobre cierto tipo debárbaros al uso en la historiografía de laépoca. Pero ello no implica que la imagen no tuviera algunaresonancia coherente con la concepción andina del devenircósmico desde el punto de vista incaico, tan cargadamenteetnocéntrico y autojustificatorio, que se pretenderepresentar. Es posible colegir que si se establece unaidentificación entre incas y «luzero del alua», y porextensión con el tiempo de la madrugada, laidentificación entre él salvajismo anterior y lanoche («escuríssimastinieblas») también sea válida. Por eso, sila palabra que designa a la noche en quechua es tuta, nadamás sintomático para la comparaciónestablecida que la palabra que designa a la madrugada seatutamanta.
Leyendas sobre el origen del Imperio inca
Tal y como indica el Diccionario panhispánico de dudas, cuando se utiliza la expresión dar de alta los pronombres átonos de tercera persona que le corresponden son lo(s) y la(s), ya que la persona que recibe el alta médica se expresa mediante un complemento directo. Por lo tanto, lo adecuado es lo/los dio de alta si se trata de un referente masculino y la/las dio de alta si es femenino. Para abundar sobreel pasaje relativo a la fundación del Cuzco, pasemos ahoraal examen del sistema tropológico implícito enél, a fin de examinar los campos semánticossubyacentes que despiertan, en el plano simbólico,resonancias también incaicas.